Artículo escrito por Silvia Estévez, Técnico Superior en Audiología Protésica y Audioprotesista del Centro Auditivo Aural en Madrid Velázquez.
Los acúfenos, también conocidos como tinnitus, son los ruidos que escuchamos en el oído, normalmente zumbidos o pitidos, pero que no provienen del exterior. Se estima que el 80% de los casos de tinnitus se debe a la exposición a ruidos (un sonido fuerte repentino, las largas jornadas laborales en ambientes ruidosos, escuchar a través de los auriculares a gran volumen, la música muy alta en espacios cerrados…). Es lo que denominamos “acúfenos inducidos por ruido”.
La exposición a un ruido único y repetitivo, de gran intensidad y corta duración, puede generarnos un trauma acústico, que es una lesión en el oído interno cuyo síntoma más frecuente es la aparición de acúfenos, además de una pérdida auditiva parcial que afecta de forma general a las frecuencias agudas y que tiene posibilidades de empeorar.
Cualquier sonido, aunque sea agradable, si tiene suficiente intensidad, puede causar acúfenos temporales o permanentes. Se considera un entorno seguro para la audición aquel que no sobrepasa los 70 decibelios. La exposición a un nivel de ruido que sobrepase los 85 dBs durante ocho horas o estar expuesto a 100 dBs más de 15 minutos están catalogados como niveles perjudiciales que pueden generar problemas de audición.
Los acúfenos que aparecen después de acudir a un concierto, una discoteca o cualquier otro lugar con la música alta suelen ser bilaterales y temporales, desapareciendo en unas horas o días a lo sumo. Pero no siempre es así. En ocasiones, si la exposición ha sido suficientemente importante, puede ocurrir que el acúfeno llegue a ser permanente, en estos casos es recomendable acudir a un especialista (otorrinolaringólogo), que comprobará y determinará cuál es el tratamiento más adecuado.
Cómo evitar los acúfenos inducidos por ruido
Bajar el volumen, distanciarnos de las fuentes de sonido y utilizar protectores para los oídos son algunas de las formas de prevenir el tinnitus.
El trauma acústico, sea agudo o crónico, no tiene solución médica ni quirúrgica, sólo tiene un tratamiento preventivo.
La clave es la prevención. Vivimos en un mundo ruidoso. La contaminación acústica en nuestra casa, en nuestras ciudades y en el trabajo es la causa principal de acúfenos y pérdida de audición. La exposición al ruido ambiental en la calle debido al tráfico, o en el medio laboral, aumenta el riesgo de sordera y ruidos en el oído. Y lo mismo ocurre con la escucha frecuente de música con auriculares a una intensidad elevada.
La mejor manera de protegernos es limitar la exposición a ruidos elevados.
Consecuencias de los acúfenos inducidos por ruido
Se estima que los acúfenos comprometen gravemente la calidad de vida de las personas que lo sufren. También pueden ser muy inhabilitantes, causando pérdida de concentración, problemas de sueño y alteración emocional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15% de la población mundial presenta acúfenos de forma crónica aunque muchas personas alrededor del mundo sufren tinnitus temporal. De hecho, la mayor parte de nosotros hemos sufrido tinnitus ocasionalmente y por breves períodos de tiempo.