rosa kauArtículo escrito por Rosa Kau Ríos, Técnico Superior en Audiología Protésica  y audioprotesista Pediátrico en Centros Auditivo Aural  desde 2011. Actualmente en el Centro Auditivo Aural de Sevilla, en Virgen de Luján. 

 

La pérdida de audición infantil puede ser debida a diferentes causas: entre ellas, genéticas, infecciones o como consecuencia de otras patologías asociadas.

Para su detección y posterior clasificación, que puede ir de leve a profunda, se establecen una serie de pruebas entre las cuales encontramos:

  • OEA: otoemisiones acústicas.
  • PEATC: potenciales evocados auditivos del tronco cerebral
  • PEE: potenciales de estado estable
  • Timpanometría
  • Audiometría

Todas ellas piezas de un puzzle que han de encajar para obtener un diagnóstico sobre el cual trabajaremos para conseguir los mejores resultados.

La audición es necesaria para la adquisición y el desarrollo del lenguaje del niño y, en consecuencia, para su rendimiento académico y su relación con el entorno.

Por ello, es fundamental el diagnóstico precoz y la intervención temprana mediante audífonos y rehabilitación logopédica.

Hemos de tener en cuenta que para que un niño desarrolle el lenguaje escrito y la lectura es primordial tener como base el lenguaje oral, que es el primero que se adquiere. La calidad de audición que recibe el niño es un elemento clave para desarrollar su habla, el aprendizaje de la lectura y la escritura y su desarrollo social.

 

En la escuela

Centrándonos en la escuela, lo primero que debemos analizar es el entorno y los elementos que en ella se encuentran. Todo ello influirá en cómo percibe el niño los estímulos que recibe y la información que es capaz de procesar.

Las escuelas y las aulas son espacios complejos auditivamente, ya que son lugares muy ruidosos y, como tales, presentan mayores dificultades para los niños y niñas que presentan un déficit auditivo. Las aulas en su mayoría tienen una acústica que no favorece el entendimiento, ya que hay un exceso de reverberación que provoca que las palabras no llegan con claridad al niño dificultando así la inteligibilidad y, con ello, la adquisición de vocabulario y de los conocimientos que el profesor intenta trasladar al alumno. Así mismo, también le resultará complejo entender al resto de compañeros en el aula, aislándolo de su entorno.

El exceso de ruido enmascara la palabra haciéndola en ocasiones ininteligible para el niño normoyente, cuánto más para un niño que presente algún grado de pérdida de audición.

A parte de las características del aula también nos encontramos con la influencia de la distribución que presentan las mismas, es decir, la distancia existente entre el niño y la fuente del sonido, ya sea el profesor o algún compañero, exige un mayor grado de concentración por parte del niño para intentar conseguir la mayor cantidad de información posible del profesor o de la persona que esté hablando en ese instante.

 

¿Qué ocurre con el niño con pérdida auditiva en la escuela?

Debido a todos estos condicionantes, los niños con pérdidas de audición pueden tener dificultades para recibir la información de manera completa, lo que provoca falta de interés y dispersión. Por el contrario, pueden ser muy callados, esforzándose en conseguir la máxima cantidad de información. Mantener este nivel de concentración durante todas las horas lectivas es muy complicado y agotador para el niño y evidentemente se verá reflejado en su rendimiento.

Por ello, es importante asegurar que el niño esté en el aula en un lugar óptimo para recibir toda la información, alejado de fuentes de ruido (ventana, puerta…), próximo al profesor y con acceso visual a la pizarra.

Un recurso que puede reducir estas barreras de acceso a la información del niño en el aula es el uso de micrófonos remotos, que son dispositivos que mejoran el rendimiento auditivo en ruido y a distancia.

 

¿En qué consisten estos micrófonos remotos para el aula?

Se componen de un emisor (un micrófono) que se coloca cerca de la fuente de sonido (orador, altavoz, tablet, MP4…) y transmite la señal de manera inalámbrica hasta el receptor que lleva el usuario. Este receptor, a su vez, transmite la información a los audífonos.

 

micrófonos remotos

¿Y si la pérdida de audición es de un solo oído?

No siempre la pérdida auditiva afecta a ambos oídos, sino que puede ser una pérdida unilateral. A pesar de que el niño tenga una audición normal en uno de sus oídos, el hecho de tener pérdida en el contralateral no corregida con un audífono va a dificultar la comprensión de la palabra en entornos ruidosos, como los que hay en el entorno escolar.

 

Conclusiones

Por todo ello, es fundamental la detección precoz y la intervención temprana mediante la adaptación de audífonos y la rehabilitación logopédica, así como el asesoramiento a las familias. Además de realizar una coordinación interdisciplinar entre los distintos profesionales que se ocupan de la intervención del niño (médico ORL, logopedas, audioprotesistas, profesores, terapeutas…).

 

Bibliografía

  • González R, Hornauer A. (2014): Cerebro y Lenguaje
  • Elbeltagy R. (2020): Prevalance of mild hearing loss in schoolchildren and its association with their school performance
  • CODEPEH (F. Núñez et al.) (2018) “Actualización de los programas de detección precoz de la sordera infantil: recomendaciones CODEPEH 2018 (Nivel 1 Detección)”Revista FIAPAS, octubre-diciembre 2018, Nº 167, Especial.
  • FIAPAS (Jáudenes, C. y cols.) (2007): Apoyo a la Comunicación Oral en el Ámbito Educativo. Orientaciones prácticas para la aplicación de recursos. (5ª ed). Madrid, Confederación Española de Familias de Personas Sordas – FIAPAS (2017).