Artículo escrito por Annabel Berzosa, Speciality Manager de Audiología pediátrica en Aural, y Lorena Castañeda,  logopeda especializada en audición del Centro Auditivo Aural de Madrid Velázquez.

 

 

La toma de impresión es un procedimiento destinado a conseguir un molde que reproduzca la forma de la parte central del pabellón y el interior del conducto auditivo para poder fabricar los adaptadores personalizados.

La impresión realizada se suele usar para fabricar tapones de baño a medida y protectores de ruido para mejorar la comodidad, la seguridad y el aislamiento acústico de los sonidos perjudiciales del entorno para el oído. También se utiliza para la fabricación de moldes personalizados en el proceso de adaptación de audífonos, y, con ellos, conseguir comodidad, mayor ganancia auditiva y reducir el feedback, una realimentación que puede llegar a producirse cuando hay una fuga de sonido por un mal cierre físico.

 

 

La toma de impresión es indolora, aunque incómodao para algunas personas que tengan mayor sensibilidad en el conducto auditivo o en niños que se sienten taponados sin saber que les pasa.

Antes de realizarla se tiene que hacer una otoscopia para asegurar que no haya cerumen ni cualquier alteración y también para conocer cuál es la dirección del conducto auditivo. Para ello, se utiliza una pasta especial flexible, modelable y elástica, de dos componentes con efecto catalizador que se introduce en el canal auditivo con la ayuda de una jeringa. Esta pasta se endurece en pocos minutos, pudiendo ser retirada fácilmente una vez ha adquirido su forma definitiva dentro del oído. No obstante, es importante proteger el tímpano, por lo que se introduce en el conducto auditivo una esponja denominada otoblock a modo de barrera.